26 junio, 2019
¡Mejora tus prácticas a la hora de sembrar Maíz!
¿Ya calibraste la sembradora?
El año pasado tuvimos la oportunidad de acompañar a muchos agricultores en diferentes regiones a hacer su siembra de maíz, cada uno de ellos con equipos, tierras, semillas, gente DIFERENTE. Las variables son tantas que pueden ser abrumantes, pero, si había algo en común entre todos los agricultores, era la necesidad hacer una buena calibración.
Encontramos que si tenían baja densidad (menor a la deseada), el rendimiento se reducía, encontramos mayor incidencia de malezas, mayor pérdida de agua por evaporación y desperdicio de fertilizante.
Por otro lado, si encontrábamos alta densidad (mayor a la deseada), veíamos acame de plantas, mazorcas pequeñas, plantas dominadas, competencia por agua, luz y nutrientes.
¿Cuántas veces nos hemos detenido a pensar qué tan importante es que nuestro equipo de siembra se encuentre en las mejores condiciones para cuando se llegue el momento?
Al sembrar, siempre debemos tomar en cuenta los siguientes aspectos:
- Suelo compactado o mal preparado, nos puede ocasionar una siembra muy irregular.
- Velocidad de siembra; es un aspecto fundamental, principalmente para no tener cuateos o plantas dominadas, para asegurar una siembra homogénea en un terreno adecuadamente preparado es mantener una velocidad entre 4 y 6 km/h
- Cuidar que la presión de succión no sea muy elevada, asegurar que los agujeros en el disco no sean demasiados grandes, revisar que no tengamos baja presión de las llantas de la sembradora, lubricar los sistemas de engranaje, limpiar los cuerpos de semilla y depósitos de fertilizante, así como evitar sembrar en suelos muy húmedos, son acciones que te ayudarán a poder tener una siembra homogénea.
- Calibrar el número de semillas/metro; debemos elegir adecuadamente con los engranes para poder hacer las pruebas necesarias en campo hasta obtener el número deseado de semillas/metro así como la profundidad (4 a 6 cm para temporal). A la hora de comenzar, asegurarnos de cargar los discos, cuidar la presión de succión, también debemos revisar constantemente los depósitos para que no dejemos superficie sin sembrar, así como revisar que no se formen tapones de lodo que puedan obstruir la salida de las semillas.
- Calibrar el fertilizante de base. Cuántas veces no nos ha pasado que queremos aplicar 400 kg/ha a la siembra por ejemplo, y terminamos tirando 320 kg/ha o 500 kg/ha, en gran parte se debe a la granulometría del fertilizante, si contiene o no polvo, si reacciona con la humedad y temperatura ambiental; todo esto puede ocasionar que se tiremos de más o de menos….. PERO resulta importante calibrar el equipo para poder fijar la cantidad de fertilizante que queramos aplicar, ni más ni menos, esta prueba también nos sirve para saber qué salida de fertilizante está tirando diferente cantidad a las otras y podamos hacer los cambios adecuados para que todas las salidas tiren lo mismo y tengamos un mejor establecimiento del cultivo.