02 marzo, 2022

Guerra y crisis alimentaria en Europa

Por: Por: Svein Tore Holsether, Presidente y CEO de Yara International

Rusia y Ucrania son potencias mundiales en un sistema alimentario global y frágil. Las consecuencias a largo plazo de la guerra por el suministro mundial de alimentos afectarán tanto a los ricos como a los pobres del mundo. Es fundamental reducir la dependencia de Rusia.

Estamos sumamente preocupados por la grave situación que se está desarrollando ahora en Ucrania y respaldamos plenamente la condena del gobierno noruego a la invasión militar rusa. Yara se ha visto directamente afectada por el conflicto, debido a que tenemos colaboradores en la zona de guerra en Ucrania y porque un misil impactó el edificio donde están ubicadas las oficinas de Yara en Kiev; afortunadamente, ninguno de nuestros colaboradores resultó herido. Al mismo tiempo, obtenemos de Rusia una cantidad considerable de materias primas esenciales, que se utilizan para la producción de alimentos en todo el mundo. 

Además de la inmediata amenaza a la vida y el terrible sufrimiento que estamos presenciando en Ucrania, el acceso a los alimentos sigue siendo muy importante. Si bien podemos optar por retrasar el consumo de la mayoría de los productos y servicios, la comida es un bien esencial. En 2015, la comunidad internacional decidió erradicar el hambre para 2030. En los últimos dos años, varios choques externos, incluido el cambio climático, la pandemia y el aumento de los precios del gas en Europa, han puesto en evidencia las vulnerabilidades del sistema alimentario y la urgencia del cambio. 

El Banco Mundial destacó que, aunque el suministro actual de alimentos es estable, los precios de los alimentos aumentan en la mayoría de los países del mundo. En 2020, alrededor de 800 millones de personas se fueron a dormir con hambre, lo cual representa un aumento de 120 millones de personas desde 2019. La guerra amenaza con empeorar este desarrollo. El Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, tuvo la siguiente reacción: “Justo cuando pensabas que la situación no podía empeorar (...) Ahora, los costos de alimentos, combustible y transporte se dispararán. Una catástrofe absoluta”, dijo y anunció esfuerzos extraordinarios para ayudar a los más de 3 millones de personas que huyen de la guerra. 

Rusia y Ucrania son potencias mundiales en agricultura y producción de alimentos: 

  • Ucrania es una de las principales naciones agrícolas y la segunda más grande del mundo en granos. Los agricultores están entrando ahora en una etapa crucial de la temporada agrícola en la que los factores de insumos, como los fertilizantes, las semillas y el agua, determinarán el rendimiento de la próxima cosecha. Los cálculos más extremos indican que si no se agrega fertilizante al suelo, los cultivos pueden reducirse en un 50% para la próxima cosecha. 
  • Además de ser uno de los mayores productores de trigo, Rusia tiene enormes recursos en términos de nutrientes. Las plantas necesitan nitrógeno, fosfato y potasio para crecer. El nitrógeno se suministra a partir del amoníaco, que se produce a partir del nitrógeno del aire y del gas natural. La importancia del gas ha estado en la agenda del debate sobre los altos precios de Europa en 2021 y principios de 2022. El 40% del suministro de gas europeo proviene actualmente de Rusia. En cuanto a la potasa (una sal extraída de los yacimientos de arcilla), el mercado está altamente concentrado y es frágil a la tasa de cambio. Hoy, el 70% de la potasa extraída y el 80% de todo lo exportado proviene de Canadá (40%), Bielorrusia (20%) y Rusia (19%). En total, el 25% del suministro europeo de estos tres nutrientes proviene de Rusia. 

Yara es tanto un proveedor de soluciones para el sector agrícola en Ucrania, como un gran comprador de materias primas de Rusia. Cumplimos siempre con la regulación vigente, las sanciones y nuestros propios lineamientos. La libre circulación de mercancías a través de las fronteras ha sido posible en una época de mayor estabilidad geopolítica. Ahora, con las condiciones geopolíticas desequilibradas, las mayores fuentes de materia prima para la producción de alimentos en Europa están sujetas a limitaciones y no hay alternativas a corto plazo. Una posible consecuencia es que solo la parte más privilegiada de la población mundial tenga acceso a suficientes alimentos. 

Los precios altos de alimentos y fertilizantes pueden tener un impacto positivo en los resultados de Yara a corto plazo. Sin embargo, las perspectivas sociales y económicas están completamente sincronizadas en el largo plazo: la creación de valor a largo plazo para las empresas privadas solo se puede lograr a través de un sistema alimentario sostenible, con alimentos asequibles y accesibles para la población mundial. Un mundo con un suministro de alimentos inestable es un mundo con hambruna en algunas partes del planeta, aumento de la mortalidad, conflicto armado, migración, disturbios y sociedades desestabilizadas que pueden acelerar aún más las tensiones geopolíticas. 

Por lo tanto, es crucial que la comunidad internacional se una y trabaje para asegurar la producción mundial de alimentos y reducir la dependencia de Rusia, aunque la cantidad de alternativas hoy en día es limitada. Esto constituye un dilema difícil entre continuar abasteciéndose de Rusia a corto plazo, o aislar a Rusia de las cadenas alimentarias internacionales. La última opción puede tener significativas consecuencias sociales. Estas consideraciones no deben ser tomadas por empresas individuales, sino que deben ser hechas por autoridades nacionales e internacionales. 

La urgencia ahora radica en ayudar a Ucrania y al pueblo ucraniano. Al mismo tiempo, estamos implorando a los gobiernos noruego e internacionales que se unan y protejan la producción mundial de alimentos, y trabajen juntos para disminuir la dependencia de Rusia.