Yara está ayudando a las caficultoras a alcanzar sus sueños

– “Crecí en una familia que siempre respetó a las mujeres, por lo que empoderar a las mujeres agricultoras fue una gran motivación para mí cuando ingresé a la industria del café”, dice María Esperanza Fajardo.

La finca de Fajardo se encuentra en la exuberante provincia colombiana del Valle del Cauca. Heredó las tierras de sus padres, quienes le inculcaron un sentido de empoderamiento. Después de trabajar como diseñadora industrial en Bogotá durante 20 años, regresó a casa para convertirse en agricultora como su padre.

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Unidos por las mismas ambiciones ​

Yara se acercó por primera vez a su finca en 2018 para asesorara en salud del suelo y un uso más sostenible de las soluciones de nutrición para su cultivo, María estaba intrigada.

– “Preservar la biodiversidad en mi comunidad local siempre ha sido importante para mí”, dice María.

“Yara asesora a nuestra comunidad en prácticas positivas para la naturaleza que sean más sostenibles y cuidan mejor el suelo. Cuando descubrí que también empoderan a las mujeres, encontré un aliado en dos de mis pasiones más fuertes.”

María Esperanza Fajardo ​

– “Yara está inspirando a las mujeres a hacer un plan ambiental para impactar positivamente los cultivos y el suelo, y utilizar los fertilizantes y el agua de la manera más sostenible. Vemos cómo la operación de la finca afecta no solo la productividad y la calidad de los cultivos, sino también la salud del suelo y el medio ambiente”, dice María. 

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María fue la primera mujer en alzar la voz femenina en la mesa directiva departamental del Congreso de la Federación Nacional del Café de Colombia en 2018. Junto con otras cuatro mujeres, inició la primera asociación de caficultores del Valle del Cauca, llamada Sello Mujer. La asociación cuenta con el apoyo de Yara y también forma parte de una red mundial de profesionales del café de especialidad.

– “El reconocimiento por parte de Yara me ha abierto puertas. De la noche a la mañana, Sello Mujer fue invitada a eventos económicos nacionales y mundiales, y de repente nuestra voz estaba siendo escuchada”, dice.

Llevando a las mujeres productoras de café a la vanguardia ​

La edición femenina del Yara Champion Program - Coffee es uno de los programas de café más importantes del mundo. El programa incluye mentoría y ofrece conocimientos agronómicos para mejorar la calidad del café utilizando las soluciones y plataformas de aprendizaje de Yara.

Se alienta a los miembros del programa a participar en un concurso donde las caficultoras compiten por el mejor café según las metodologías del Coffee Quality Institute. El objetivo es impulsar el reconocimiento y la visibilidad del trabajo de las mujeres en una industria típicamente liderada por hombres, y reconocer el valor real del café premium que producen.

– “Yara da visibilidad a las productoras de café”, dice María. “Ayudan a profesionalizar nuestro negocio agrícola a través de mejores prácticas, mercadeo y exposición en campañas nacionales e internacionales. Hemos recibido un mayor reconocimiento por el café que estamos produciendo, y eso se traduce en un precio de venta más alto”.  

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Aumentando la diversidad y la prosperidad de los agricultores para un futuro alimentario positivo para la naturaleza ​

El Yara Champion Program - Coffee es una de las muchas iniciativas que respaldan la ambición de Yara de hacer Cultivar un Futuro Alimentario Positivo para la Naturaleza, al hacer que la producción mundial de café sea más eficiente y sostenible, al tiempo que aumenta la prosperidad de los
agricultores, especialmente los marginados como las mujeres.

Las agrónomas de Yara, Ana María Ramírez y Luisa María Buenaventura, trabajan con agricultores en la región cafetera del Valle del Cauca. Explican que el programa le ha permitido a Yara generar confianza con las caficultoras.

– “Nuestro objetivo es incentivar a las mujeres a creer en su labor y darles la visibilidad que se merecen”, dice Ramírez. “Queremos fortalecer sus capacidades para crecer de la manera más sostenible y eficiente, impactando positivamente en la naturaleza, al mismo tiempo que mejoran sus cultivos”.

“Yara nos ve y nos da reconocimiento”, dice María. “Esta calidezse queda con nosotros y nos inspira. Se siente como si Yara le hubiera dado un abrazo a nuestra comunidad”